12 noviembre 2021

El 12 de noviembre de 2015 la Federación Internacional de Obesidad (World Obesity Federation) instituyó el Día Mundial de la Obesidad, como una campaña anual con el objetivo de estimular y apoyar acciones prácticas que ayuden a las personas a alcanzar y mantener un peso saludable y revertir la crisis mundial de obesidad.

La obesidad es una enfermedad endocrino- metabólica, crónica, progresiva, recidivante y multifactorial, de tendencia epidémica que predispone a otras enfermedades como diabetes, hipertensión arterial o hipercolesterolemia, reduce la calidad de vida, incrementa el riesgo de sufrir dolor y disminuye la esperanza de vida.

También se ha visto que las personas con obesidad tienen un peor pronóstico para la COVID-19; hay hasta un 46% más de riesgo de contagiarse, un 74% más de probabilidades de ingresar en UCI, una probabilidad del 48% superior de mortalidad y la respuesta a las vacunas es menor.

 

La obesidad es un problema de salud mundial

Con datos de la OMS, desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo:

  • En 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
  • La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
  • En 2016 había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
  • En España, según el estudio ENPE, sobre prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población entre 25 y 64 años (realizado entre 2014 y 2015) ,el sobrepeso afecta al 39,3% de las personas; la obesidad general al 22,8% de los hombres y el 20,5% de las mujeres, y la obesidad abdominal al 23,3% de los hombres y el 43,3% de las mujeres.

 

La obesidad está infradiagnosticada

Actualmente la llamamos la enfermedad “paraguas” dado que existen muchos factores que influyen en su desarrollo y progresión algunos conocidos y muchos de ellos desconocidos.

La prevalencia está en aumento en todos los grupos de edad siendo especialmente preocupante las cifras de obesidad Infantil y las implicaciones que esto tiene en nuestra sociedad.

Los pacientes afectos de obesidad tienen más riesgos de desarrollar otras patologías concomitantes así como mayor morbimortalidad.

Se trata de una enfermedad muy estigmatizada, que reduce tanto la esperanza como la calidad de vida de una forma drástica.

Existe un infra diagnostico así como infra tratamiento debido a la barreras como la falta de reconocimiento de la enfermedad; pacientes y médicos que se resisten a hablar sobre la obesidad; reembolso insuficiente de la orientación sobre obesidad, y por fracasos en las estrategias de tratamiento.

Por ello  desde Atención Primaria debemos concienciarnos de la gravedad de esta patología, así como la necesidad de ponernos manos a la obra para mejorar la salud global de nuestra población.

El abordaje de esta patología según  la Guía Europea para el tratamiento de la obesidad debe ser con dieta, actividad y comportamiento, farmacoterapia y cirugía, en este último caso solo indicada para pacientes con comorbilidad  y un IMC mayor de 40 kg/m2.

Asimismo es un desafío el mantenimiento de la reducción del peso conseguida con dieta y ejercicio; de hecho es el problema fundamental en el tratamiento de la obesidad.

Somos lo que comemos y lo que comemos cambia lo que somos

 

NO HACER

  • Infravalorar la nutrición como pilar de tratamiento.
  • Decir al paciente que tiene que comer de todo.
  • Poner dietas muy restrictivas.
  • Renunciar a la palatibilidad, insistir en técnicas culinarias adecuadas y atrayentes.
  • Culpabilizar al paciente si no consigue los objetivos mejor premiar por el esfuerzo.
  • Dejar de insistir en la realización de ejercicio físico combinado con una alimentación saludable.

Violeta Ramírez Arroyo

Coordinadora del Grupo de trabajo de Nutrición y Alimentación de semFYC y de Socalemfyc.

 

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