14 noviembre 2022

Motivado por el importante aumento en la llegada de menores a las costas canarias en patera/cayuco procedentes de África, el Servicio Canario de Salud publicó, en septiembre de 2021, una guía con las principales recomendaciones para garantizar una adecuada asistencia sanitaria (de acuerdo con sus características especiales) y su integración en el sistema. En su elaboración, participaron diferentes profesionales de Atención Primaria y Hospitalaria, así como representantes de la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia del Gobierno de Canarias y de la Dirección General de Programas Asistenciales.

La guía se divide en diferentes apartados donde se desarrollan las actividades a realizar para un abordaje biopsicosocial. Tal y como refieren los autores con experiencia en la asistencia de estos niños y niñas: “Gran parte de las patologías que presentan son enfermedades habituales en nuestro medio, muchas de ellas relacionadas con las condiciones de vida. Especial atención requiere el estado psicológico, ya que el proceso migratorio somete a la persona migrante a numerosos factores estresantes. Es fundamental la implicación de trabajo social, al tratarse de personas vulnerables, con condiciones de vida desarrolladas en algunos casos en escenarios de exclusión y con mayor riesgo a sufrir desamparo, maltrato, abusos de diversa índole, o prácticas denigrantes como la mutilación genital femenina”.

En un primer apartado se establecen las diferencias organizativas para la asistencia sanitaria entre menores que llegan con un familiar responsable, y aquellos que pasan a ser tutelados por la institución pública competente al llegar solos. En ambos casos, se ponen de manifiesto las dificultades que pueden encontrar para acceder al sistema de salud y el papel fundamental que desempeña la Atención Primaria como primer eslabón. En este sentido, es básica una buena coordinación entre la entidad de acogida y el centro de salud de la zona, siendo el trabajador o la trabajadora social una figura clave. Igual de importante es una comunicación fluida entre profesionales sanitarios implicados de los diferentes niveles asistenciales.

Las barreras idiomáticas y culturales representan un obstáculo evidente en este escenario, por lo que se hace imprescindible la participación de una persona mediadora que facilite la comunicación y relación entre ambas partes. Entre otros materiales de apoyo, destaca un recurso digital denominado miTradassan. Es un traductor en diferentes idiomas (español, inglés, francés, alemán, chino y árabe) para la asistencia sanitaria, desarrollado por el Servicio Canario de Salud, que facilita la comunicación entre trabajadores sanitarios y usuarios extranjeros.

Asimismo, esta guía promueve un cuidado culturalmente congruente, animando a los profesionales a adquirir formación en competencia cultural y habilidades comunicativas.

Buena parte del documento está destinado al desglose de la visita de acogida. Corresponde a la valoración inicial que ha de ser programada y conjunta (pediatra- enfermera/o) lo antes posible tras su llegada. A partir de dicha visita, se establecerán las posteriores revisiones y vacunaciones correspondientes según el Programa de Salud Infantil. Se ha de seguir la estructura habitual de cualquier revisión: anamnesis, exploración física, pruebas complementarias, diagnóstico y plan de actuación.

En la anamnesis se presta especial atención a antecedentes familiares (enfermedades hereditarias, consanguinidad, mutilación genital femenina en madres o hermanas, etc.) y personales (control del embarazo, enfermedades previas y tratamientos convencionales o tradicionales, documentos aportados de vacunación previa, etc.). Se debe tener en cuenta país de nacimiento y ruta migratoria, identidad cultural, situación social y condiciones de vida actuales, e indagar sobre sintomatología, tanto física como de la esfera mental. En la valoración de enfermería, se ha de poner el foco en determinados Patrones Funcionales de Salud (PFS2, PFS7, PFS8, PFS10, PFS11), estableciendo planes de cuidados adaptados al contexto. Se trata de una población en la que el abordaje comunitario con una perspectiva de Educación y Promoción de Salud puede tener gran impacto.

La exploración física tiene que ser exhaustiva, sin olvidar la búsqueda de signos de desnutrición (usar gráficas de la OMS), maltrato (por ejemplo, mutilación genital femenina) o patología importada. Se enumeran hallazgos que pueden asociarse con determinadas enfermedades poco habituales en nuestro medio.

Si se detecta algún síntoma o signo relevante, éste guiará las pruebas complementarias a solicitar. En los menores asintomáticos se propone un cribado analítico en dos escalones. Un primer escalón que incluye hemograma, estudio de hemoglobinopatías, bioquímica básica con estudio del hierro, serologías (VIH, VHA, VHB, VHC, sífilis y Strongyloides stercoralis), sistemático de orina y estudio de parásitos en heces. En los menores de 12 meses, se añade test de metabolopatías. Y en menores de 3 meses, se incluye el cribado auditivo mediante otoemisiones acústicas. Según hallazgos clínicos y analíticos, se ampliará el estudio a un segundo escalón, destinado a descartar esquistosomiasis en población subsahariana o enfermedad celíaca en pacientes saharauis.

El cribado de tuberculosis en pacientes asintomáticos se adjunta como anexo. Con el objetivo de detectar la infección tuberculosa e iniciar tratamiento preventivo con la mayor especificidad posible, se recomienda realizar una prueba IGRA (interferón gamma release assays) en niños y niñas entre 2 y 15 años.

Todo deberá quedar bien registrado en su historia clínica y en su cartilla de salud infantil, facilitando, además, copias de todas aquellas consultas relevantes.

El documento incluye diferentes anexos que constituyen una útil herramienta complementaria a la información previa como: “Tramitación de tarjeta sanitaria para extranjero» o “Mutilación Genital Femenina», así como un “Procedimiento de actuación frente a la COVID-19 en el menor de 18 años procedente de África en patera/cayuco” puesto que las recomendaciones se consensuaron en periodo pandémico.

En definitiva, se trata de un documento práctico y de fácil manejo para cualquier profesional implicado en el circuito asistencial de este colectivo. Se promueve un abordaje multidisciplinar que puede ser extrapolable a otras Comunidades Autónomas, garantizando una atención sanitaria equitativa e individualizada de la población pediátrica.

Recomendaciones para la asistencia del menor de 15 años migrante africano asintomático. Servicio Canario de Salud, Gobierno de Canarias. 2021. Accesible en: https://www3.gobiernodecanarias.org/sanidad/scs/content/54305dc0-fbff-11eb-9517-4b6cb7acb6e6/AtencionSanitariaMenorMigrante.pdf

 

Mercedes Mateos Durán

Pediatra de Atención Primaria en Gran Canaria

Miembro del Grupo de Trabajo de Inmigración y Salud Internacional SOCAMFYC

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